Al ritmo de ¡México, México… M – E – ACENTO – X – I – C y O los integrantes de Timbiriche dieron por finalizada su actuación en el Zócalo de la Ciudad de México, como parte de su gira Juntos, que esta noche recibió a más de 125 mil personas ansiosas por cantar al lado de sus ídolos de infancia y adolescencia los temas que marcaron toda una época.

Antes de que ellos llegaran al escenario, fueron los colombianos de Morat quienes se encargaron de calentar motores. Durante su presentación demostraron porqué son considerados el mejor grupo del momento. La frescura de su pop-folk hizo que la gente corriera a toda velocidad para ver qué es lo que sonaba en el Zócalo, y ahí se quedaron hipnotizados por las poderosas melodías que ya han conquistado también España.

Sasha, Benny, Alix, Erik, Mariana y Diego salieron al escenario para ofrecer al público un viaje musical a sus mejores y más entrañables recuerdos, en la primera parte del concierto se escucharon temas como “Timbiriche”, “Y la fiesta comenzó”, “Somos amigos” y “Rock del amor”, entre otras. De inmediato la gente se dejó llevar por ese juego musical en el que todo siempre es posible, y que fue inventado hace más de tres décadas.

“Noches de verano”, “Amor primero”, “Rayo Rebelde” e “Iremos juntos” retumbaron en el Zócalo para trasladar al público a esos días en los que anhelaban ser tan rebeldes como los personajes de Vaselina. A lo largo de la velada sonaron en la plancha 53 canciones que no dieron tregua a nada ni a nadie, ni siquiera al frío que caía sobre la ciudad y que fue casi imperceptible para la audiencia.

Los integrantes de Timbiriche gozaban con la euforia de sus seguidores, y mostraban sobre el escenario que la química que hay entre ellos no ha hecho más que crecer con el paso de los años. Sasha, Mariana y Alix se lucieron y contagiaron de energía al público con “Corro, vuelo, me acelero”, Diego brilló en “Soy un desastre”, Erik desató suspiros al interpretar “Princesa Tibetana” y Benny ofreció un apapacho al corazón del público con “Mamá”, en la cual el gran Memo Mendez Guiu los acompañó en los teclados.

Nadie quería dejar de cantar, “Muriendo lento” y “Con todos menos conmigo” fueron entonadas con un coro multitudinario que retumbó varias cuadras más allá del Zócalo.

El final del show llegó con “México”, esa canción que nos recuerda que ser ciudadano de este país es privilegio y honor. Los fuegos artificiales estallaron, los aplausos no pararon y la alegría de la gente se percibía en el aire y se expandía conforme abandonaba el corazón de la CDMX.

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