La campaña que acaba de iniciar Fernán Martínez para desprestigiar a Juanes es tan deplorable que me obliga a cuestionar los motivos y los objetivos que busca.
¿Entonces resulta que cuando era manager de Juanes, el músico no era una estafa y ahora sí? ¿Qué clase de contradicción es esa?
Es conocida la habilidad de Fernán para manipular medios de comunicación. Ha sido jefe de prensa, director de noticieros y empresario. No estaría diciendo esto sino fuera por un objetivo claro.
Como seres humanos tenemos derecho a cambiar de opinión sobre cualquier cosa, pero decir que Juanes es una estafa es un acto de baja calaña, sobre todo cuando estuvo devengando de su talento.
Me cansaría de mencionar artistas que tienen una vida díscola, desordenada y escandalosa; que son malos padres, mal ejemplo para la sociedad.
Michael Jackson, Charly García, Jim Morrison, Amy Winehouse, Andrés Calamaro, por mencionar algunos; en algún momento de sus carreras han hecho cosas verdaderamente absurdas, despreciables e irresponsables. ¿Pero eso significa que sean una estafa? No, su grandeza no yace en su comportamiento.
Ahora, ¿Todos queremos ciudadanos modelos como artistas? No necesariamente; tampoco queremos delincuentes.
El aporte de Juanes a la música popular latinoamericana es innegable, irrefutable e imborrable. Yo puedo ser admirador o no de lo que hace, pero no puedo negar que ha tenido impacto en millones de personas por lo que sabe hacer: escribir, cantar y tocar. Si me gusta o no eso es problema mío. El 99% de la música que suena hoy en día a mí no me gusta, pero no puedo ni tengo derecho a decir que son una estafa. No puedo tapar el sol con un dedo, tienen éxito y eso es una realidad.
Cuando Fernán Martínez acudió a Juanes para ser su manager, el paisa acababa de ser nominado a seis Latin GRAMMY’s. ¿Eso no es oportunismo? Sí. Yo hubiera hecho lo mismo. Su capacidad y visión como empresario y estratega es un hecho, y en ningún momento dudo que gracias a su aporte al muchacho le fue bien. Pero no le demeriten su talento ni jueguen sucio hablando de más.
Miren que todo se paga en esta vida.
La campaña que acaba de iniciar Fernán Martínez para desprestigiar a Juanes es tan deplorable que me obliga a cuestionar los motivos y los objetivos que busca.
¿Entonces resulta que cuando era manager de Juanes, el músico no era una estafa y ahora sí? ¿Qué clase de contradicción es esa?
Es conocida la habilidad de Fernán para manipular medios de comunicación. Ha sido jefe de prensa, director de noticieros y empresario. No estaría diciendo esto sino fuera por un objetivo claro.
Como seres humanos tenemos derecho a cambiar de opinión sobre cualquier cosa, pero decir que Juanes es una estafa es un acto de baja calaña, sobre todo cuando estuvo devengando de su talento.
Me cansaría de mencionar artistas que tienen una vida díscola, desordenada y escandalosa; que son malos padres, mal ejemplo para la sociedad.
Michael Jackson, Charly García, Jim Morrison, Amy Winehouse, Andrés Calamaro, por mencionar algunos; en algún momento de sus carreras han hecho cosas verdaderamente absurdas, despreciables e irresponsables. ¿Pero eso significa que sean una estafa? No, su grandeza no yace en su comportamiento.
Ahora, ¿Todos queremos ciudadanos modelos como artistas? No necesariamente; tampoco queremos delincuentes.
El aporte de Juanes a la música popular latinoamericana es innegable, irrefutable e imborrable. Yo puedo ser admirador o no de lo que hace, pero no puedo negar que ha tenido impacto en millones de personas por lo que sabe hacer: escribir, cantar y tocar. Si me gusta o no eso es problema mío. El 99% de la música que suena hoy en día a mí no me gusta, pero no puedo ni tengo derecho a decir que son una estafa. No puedo tapar el sol con un dedo, tienen éxito y eso es una realidad.
Cuando Fernán Martínez acudió a Juanes para ser su manager, el paisa acababa de ser nominado a seis Latin GRAMMY’s. ¿Eso no es oportunismo? Sí. Yo hubiera hecho lo mismo. Su capacidad y visión como empresario y estratega es un hecho, y en ningún momento dudo que gracias a su aporte al muchacho le fue bien. Pero no le demeriten su talento ni jueguen sucio hablando de más.
Miren que todo se paga en esta vida.