BERLINA ya forma parte del sello CIUDAD OASIS y celebramos la presentación en sociedad junto a su último trabajo "Regresiones" el próximo 29 de febrero en la sala Costello. Donde se podrá adquirir las primeras copias en formato físico de este trabajo en un vinilo de 12'' marca de la casa, una edición limitada y de alta calidad.

Berlina presenta "Regresiones"
Sala Costello. (Caballero de Gracia, 10) 

"Regresiones" (CIUDAD OASIS, 2019)

"Regresiones" es un disco de miradas hacia el interior, de momentos de evasión y búsqueda idealizada de la realidad, que podemos encontrar en canciones como "Planeta Animal", "Nueva Dimensión", "Viaje Iniciático" o en "Arte Encontrado", una de las joyas ocultas del disco y tal vez el corte más enigmático.
 
Grabado en Estudio Uno y mezclado y producido por Carlos Hernández Nombela y la propia banda, BERLINA ha conseguido con su segundo LP preservar su esencia, aunque las canciones, de menor duración, tal vez suenen más directas. Las densas capas de fuzz y sintetizadores de algunas pistas  contrastan con el sonido más ambiental, vaporoso y con toques electrónicos de otras; una fusión ideal de elementos procedentes del shoegaze y del dreampop bajo la única y genuina etiqueta que les define: BERLINA.
 

ESCUCHA "REGRESIONES" 
https://orcd.co/berlina-regresiones  

BERLINA nace como evolución natural de tres integrantes de Million Ways (Alfonso Herrero, guitarra y voz; Sergio Amor, guitarra; y Sylvain Bertelli, bajo) al conformar su alineación definitiva con la incorporación del baterista Toni Valverde. Sus primeras demos, en las que se hace patente la influencia del brit pop de comienzos del milenio, les introducen de inmediato en el circuito de salas de Madrid,  hasta que en 2009 graban su primer material en Estudios Reno, el mismo que les acercó a los textos en castellano y que trazó los visos de lo que es la banda hoy día.

Con la publicación de "Regresiones" (CIUDAD OASIS, 2019), BERLINA parece haber alcanzado, por fin, su plena madurez, con un sonido muy bien definido, ritmos despeñados y un remolino de distorsiones que han transformado su proverbial shoegaze en una bofetada de noise con claras reminiscencias de My Bloody Valentine o Ride en su faceta más instrumental, pero siempre manteniendo la personalísima factura que les sitúa en un lugar único entre el dream pop y el post-rock.
 

Fuente: Ciudad Oasis