Dárgelos y sus excéntricos Babasónicos regresan a Colombia para una gira que los verá el 13 y 14 en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo de Bogotá.
Más de dos décadas de carrera musical y once trabajos discográficos hacen de Babasónicos una de las bandas más prolíficas y consistentes del rock de nuestros tiempos. Lo más llamativo es que a lo largo de todo este tiempo de trabajo ininterrumpido consiguieron entrelazar de manera impecable diversas influencias sónicas y estéticas, generando una leyenda propia en torno al espíritu impetuoso y la personalidad adictiva de su obra. Sí, basta con oír álbumes consumados como el clásico de culto Dopádromo, el completísimo Jessico y los ampliamente difundidos Anoche y Mucho para entender de nuevo el rock en su estado más puro y a la vez más mestizo. (Aquí siempre lograremos encontrar un espectro que pasa campante por el grunge, el funk, la psicodelia y el pop con una amplia generosidad histriónica).
Adrián Dárgelos y su pandilla de excéntricos adorados le han llevado para siempre –y como nadie– clase y glamour a la música alternativa latinoamericana. Y el territorio colombiano no ha sido la excepción. De hecho, ya desde los primeros años de la década de los noventa, sus fronteras siempre han contenido una nación entera de aliados incondicionales a sus aventuras sonoras y sus delirantes puestas en escena.
Tras el afortunado reciente lanzamiento de Romantisísmico y una presentación brillante en el atardecer del Festival Estéreo Picnic 2014, los Babas cumplen su prometido regreso a Colombia. Esta vez en cabeza de una gira propia que los traerá a Bogotá para repasar los grandes hitos de su discografía y vivir un presente excepcional junto a su público local, con una serie de shows supurantes de intimidad y ensueño.Dárgelos y sus excéntricos Babasónicos regresan a Colombia para una gira que los verá el 13 y 14 en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo de Bogotá.
Más de dos décadas de carrera musical y once trabajos discográficos hacen de Babasónicos una de las bandas más prolíficas y consistentes del rock de nuestros tiempos. Lo más llamativo es que a lo largo de todo este tiempo de trabajo ininterrumpido consiguieron entrelazar de manera impecable diversas influencias sónicas y estéticas, generando una leyenda propia en torno al espíritu impetuoso y la personalidad adictiva de su obra. Sí, basta con oír álbumes consumados como el clásico de culto Dopádromo, el completísimo Jessico y los ampliamente difundidos Anoche y Mucho para entender de nuevo el rock en su estado más puro y a la vez más mestizo. (Aquí siempre lograremos encontrar un espectro que pasa campante por el grunge, el funk, la psicodelia y el pop con una amplia generosidad histriónica).
Adrián Dárgelos y su pandilla de excéntricos adorados le han llevado para siempre –y como nadie– clase y glamour a la música alternativa latinoamericana. Y el territorio colombiano no ha sido la excepción. De hecho, ya desde los primeros años de la década de los noventa, sus fronteras siempre han contenido una nación entera de aliados incondicionales a sus aventuras sonoras y sus delirantes puestas en escena.
Tras el afortunado reciente lanzamiento de Romantisísmico y una presentación brillante en el atardecer del Festival Estéreo Picnic 2014, los Babas cumplen su prometido regreso a Colombia. Esta vez en cabeza de una gira propia que los traerá a Bogotá para repasar los grandes hitos de su discografía y vivir un presente excepcional junto a su público local, con una serie de shows supurantes de intimidad y ensueño.