Mucho se ignora de lo que sucede en un concierto antes de se abran las puertas al público, la movilización humana y de equipos es inimaginable, sobre todo si se tiene en cuenta el tiempo tan corto que se tiene para montar y desmontar, dados los altos costos de renta de un auditorio, y equipos de sonido y luces y personal calificado en cualquier parte del mundo.
Con la creciente disponibilidad de alta tecnología y complejidad en el sonido, las luces y los efectos especiales, la industria del espectáculo, el único rubro de la industria musical que no se ha visto reducido a cenizas sino más al contrario, ha hecho que se manejen grandes inversiones en la producción, obligando a artistas, managers y promotores a tener lo mejor de lo mejor en calidad humana a la hora de confiar semejantes eventos que impactan la vida de miles de personas.
Por eso a los ingenieros de producción les llamamos “los seres que brillan en la oscuridad”. Pocos saben quiénes son, sólo los que necesitan saberlo. Por más de una década en Miami no se habla de otro productor para los grandes shows en el American Airlines Arena, el Fillmore Miami Beach, el Miami-Dade County Auditorium u otro recinto de gran capacidad que de Miguel “Tombo” Martínez, un uruguayo que llegó a vivir a los EE.UU por la creciente demanda a su trabajo, que ya completaba los 30 años a comienzos de siglo, si bien desde 1972, el joven sonidista ingresaba en el mundo del espectáculo a lo grande.
Hoy por hoy, Tombo es el productor técnico de cabecera de empresas como Live Nation, NYK Concerts, CMN, Eventus y más para sus espectáculos latinos y ojo, hasta anglos también.
Sí, es cierto, producir técnicamente un concierto requiere de cientos de personas, pero a la cabeza debe haber alguien con la cabeza fría y los pies calientes, ágil y diligente, pero calmado y experimentado, para resolver cualquier situación que se presente.
Conversamos con el gran Tombo en nuestras oficinas de BOOM.
BOOM: Sabemos que desde 1972 ya empezabas en este mundo trabajando para una empresa de audio y luces en Montevideo. En el 76-78 cruzas a Buenos Aires.
TM: Tuve la suerte de trabajar con muchas bandas y aprender en este negocio en Argentina y Brasil. Trabajé con los promotores de shows más grandes de esos países. Oscar López, Daniel Grinbank, Fernando Moya, Roberto Costa, Marcelo Figoli, Víctor Bertolini, Pity Iñurrigarro (QEPD). En el 89 hice lo que podría ser mi primer tour con Rod Stewart. Hice lo que hoy se conoce como Technical Director o Promoter Rep como le dicen acá, era un Coordinador de Producción.
BOOM: Te daría risa cuando llegaste acá y comparaste todas las cosas que hacías allá con las de acá.
TM: Yo me gradué de TODERO, coordiné transporte, carga, hotel, en aquella época no había las escuelas y universidades de producción y todo el acceso que hay hoy; soy un firme creyente de los libros, creo en el conocimiento, pero desafortunadamente tuve que aprender a los golpes. Después de muchos años. Mi experiencia la gané trabajando shows como por ejemplo de Eric Clapton, Sting, The Cure, Yes, Queen, Peter Gabriel.
BOOM: ¿Cuáles eran los obstáculos más grandes de producir?
TM: Los recursos, o mejor la falta de ellos, la comunicación y el formato de trabajo. En EEUU o Europa se nace con el agua caliente en el grifo, allá había que traer el agua caliente. En los 80, con Daniel Grinbank, pionero de las producciones de Rock en el Sur, las producciones venían “ALL IN”. Un Tour de Sting y Clapton se vendieron ¡En USD $ 33,000 dólares! Hoy ni los sacas a ellos de su casa con esa cantidad. La logística, técnicamente venía todo en contenedores. Necesitábamos montacargas, personal adecuado, trabajadores que supieran cargar un equipo, que supieran colgar un motor. Manejar una grúa etc.
BOOM: El idioma también era un obstáculo.
TM: La comunicación es parte de la logística, había un traductor por cada 10 personas, incluso mi inglés no era el mejor del mundo, tuve la suerte de tener Production Managers tipo Rick O’Brien, un tipo muy especial muy histérico en su trabajo pero muy profesional Alan Santos (Bob Dylan), Phil Giuliano, Bill Graham (Rolling Stones), mamar mucho conocimiento, metodología, psicología. Siempre lo he dicho…un Productor es un Psicólogo. La mezcla de idiosincrasias, los Anglos llegaban a Suramérica queriendo que se trabajara como ellos y eso era imposible. Se generaba allí un punto medio que era muy divertido y se gestaban amistades. Recuerdo que en un show me pidieron cuerdas y les trajimos cepillos, era gracioso pero siempre hubo mucho respeto y comunicación.
Aprendí de veteranos de la producción como Steve “Chopper” Borges, Chris Lamb (Shakira), había una empresa que se llamaba GLS, proveía Production Managers a los artistas, Gerry Stickells era su director, como tenía el respaldo, asignaba Production Managers.
Fue un proceso muy interesante por eso hoy me rio cuando a mi vienen muchachos hoy un día a decirme que un equipo digital no funciona. Los problemas eran antes.
BOOM: ¿Cómo era trabajar artistas locales, nacionales en comparación con los internacionales?
TM: Uruguay era un importador de bandas argentinas. Los Abuelos de La Nada, Charly García, Suis Generis, Miguel Mateos y ZAS, Todo este movimiento generó un mejoramiento en lo técnico, en lo musical, en lo artístico. Cuando voy a Buenos Aires a trabajar uno encuentra recursos humanos y técnicos, que se encuentran en Brasil, también, pero es otra metodología. Buenos Aires tiene una reputación impecable. Los equipos de la gira de Dance Into The Light de Phil Collins se armaron en Buenos Aires. Argentina nos ha enseñado a todos.
BOOM: ¿Cómo llegas a EEUU?
TM: En el 91 empiezo a trabajar mas del lado del artista internacional. Me empiezan a convocar, promotores, productores, managers, yo era garantía de confianza, no con petulancia, pero la gente se sentía confiada, Nunca perdí de vista de dónde vengo y de donde soy.
Vamos a conseguir lo mejor dentro de lo que hay en cada país al que vamos.
Recuerdo que comencé con Enrique Iglesias y la gira de su disco “Vivir” Fue uno de los artistas latinos que puso mucha producción en los shows. Después vino Luis Miguel. En el 94-96 mi nombre llega a una compañía de Kenneth Feld, Feld Entertainment, los productores de Disney On Ice y Ringling Bros. and Barnum & Bailey.
Fui asistente del Company Manager, allí hicimos una gira muy larga. En el 97-98 vuelvo a Montevideo. Monté un teatro, siempre me gustó el teatro, pero me fue muy mal.
Vuelvo en el 2001, golpeo puertas, por suerte me conocían, Tony Parodi, Arie Kaduri, Henry Cárdenas, Emily Simonitsch, Kate Ramos, Phil Giuliano, Chopper, Alan Santos, no me quiero olvidar de nadie.
Puedo decir con mucha paz que agradecido estoy de haber venido acá EE.UU. En el 2002 logro mi documentación de residencia y ahí me traigo a mi familia en el 2003 y sigo trabajando en todo EEUU, Centro América en Suramérica.
BOOM: Te especializas en shows latinos…
TM: Más que todo, aunque en los últimos 4 años me han usado mucho como llave con la región bandas anglo como Guns & Roses, Aerosmith, Jonas Brothers, Milley Cyrus, la mayoría de los artistas latinos tienen Production Managers que no son latinos, yo no digo que está mal o está bien, así sean chinos, lo que cuentas aquí es la confianza, recuerden que el Production Manager es la pastillita que da tranquilidad a los artistas.
Cuando un artista viene a hacer su sound check lo primero que hace es acercarse al Production Manager y preguntarle “¿Cómo está todo?” Pero muchos P.M. son europeos y estadounidenses, y ellos van recomendando a otros, muchos me han recomendado a mí. Lo que me pasaba con los latinos ahora me pasa con los americanos. Omar, que fue el director del tour de Milley Cyrus en el mundo, me terminó recomendando para trabajos en Europa, en Dubái, en Abu Dhabi, Yo fui a Dubái y al Líbano con Shakira. Yo me reía sólo porque decía ‘¿Qué hago yo acá?’
Pero fue una experiencia espectacular, aparte era la primera vez que Shakira iba a la tierra de sus orígenes. Eso fue muy fuerte. Fue un show con una vibra especial porque incluso fue el papá y el hermano.
He tenido la suerte de que de boca a boca me han ido recomendando, del latino al anglo y del anglo al latino.
BOOM: Tu conocimiento de ambos mundos te da esa característica especial.
TM: Si gracias Dios, incluso aprendí bastante inglés, no lo hablo perfecto pero me comunico muy bien, eso le da una tranquilidad a los productores. No basta con traducir literal, hay que traducir conceptual, hay que tener bases técnicas. Yo entrevisto siempre a los traductores que uso porque les pregunto ‘¿Conoces de este negocio?’ A veces una mala interpretación de una idea te puede llevar a un caos.
BOOM: Estas en un rubro de la industria musical que no ha sido golpeado tanto, el directo sique siendo rentable.
TM: En mi pueblo se decía que la alegría va por barrios, va por zonas. El hecho de que EE.UU. haya caído en una situación financiera bastante embromada generó que todos los talentos grandes que se negaban a ir, porque tenían el dinero aquí, se hayan visto forzados a salir al mundo a buscar dinero. Por eso esa gran invasión en Sur América que ha habido de Lenny Kravitz, Madonna Paul Mc McCartney, que todo el mundo dice ‘¿Pero cómo?’ Porque realmente los que manejan la industria se dieron cuenta que potencialmente el dinero estaba en México, Centroamérica y Suramérica porque Europa está peor que nosotros, esa invasión le hace bien a los pueblos.
Países que remotamente se les hubiese dado la oportunidad en los 80. Bolivia, Centro América, Guatemala, Honduras, porque no existían los recursos, sigue siendo complicado. Yo acabo de hacer Ricky Martin en Guatemala y Nicaragua y no es fácil. Las fronteras, los transportes, las vías y un montón de detalles. Pero sí, la necesidad tiene cara de hereje y muchos Production Managers que se negaban a fomentar el negocio en Sur América en los últimos 3 años han dicho, ‘vamos, vamos’.
Hoy Argentina, Brasil, son mercados muy interesantes y su economía están más estables que acá. Colombia es un ejemplo espectacular de eso también.
El antes era la degustación como se hace en los supermercados. Cuando un artista internacional iba a Latinoamérica era para promover la venta de un disco recién lanzado. Ahora el producto es el show. Los discos no se venden, grabar un disco sale mucha plata, las disqueras no hacen mercadeo porque no tienen dinero, entonces el artista se presenta porque ahí es donde está el dinero.
BOOM: ¿Qué determina un gran show?
TM: La conexión con el público. Eric Clapton era y es el tipo más difícil para tratar a la hora de relaciones públicas, en los aeropuertos se escondía, no quería nada, no pasaba por el VIP. Pero con el público, el show que brinda es espectacular. Yo me guío por la música en vivo. Las bandas cuando más simples son rinden mucho más.
Otro ejemplo, Juan Luis Guerra, su show, sus músicos; el público no compra tickets para ver volar al artista, el público compra tickets porque conoce al artista por lo que ha sido musicalmente, en su poesía. Que después le des a la fiesta el marco ideal es otra cosa, pero no perdamos de vista que es lo que es por su música, por sus letras.
Hay ejemplos muy evidentes que no los voy a decir por respeto, pero producciones sobre dimensionadas donde no se logró lo que se quería, es más se perdió la conexión entre el público y el artista.
Yo hice Aerosmith, son todos mayores de edad, su show es básico, ahí lo único que se respeta es el audio, el resto de lo que esté encima -si hay todo lo que tiene que haber maravilloso-, si no, ellos se adaptan con un límite de calidad.
BOOM: Entonces no importa cuánta parafernalia se ponga de luces y efectos… ¿Y qué determina la calidad… los equipos, el cableo, las marcas?
TM: Las marcas hacen su marketing, esto es como la informática, cada 6 meses sale un producto nuevo y hay que venderlo. Yo siempre digo que el hardware es importante, pero el oído del ingeniero es importante. Las marcas son importantes y no quiero ser irrespetuoso de las marcas, pero siempre termina pasando por el material humano. Los recursos que tú tienes en la cabeza. Hay una gran lucha entre los técnicos. Obviamente el técnico se siente mucho más seguro con una marca porque la conoce. Pero yo conozco técnicos excelentes que han hecho sonar equipos inferiores.
BOOM: La Acústica tiene mucho que ver.
TM: El famoso Palacio Peñarol ahí no se puede hacer nada pero se hace. Ahí yo hice The Mission, a Bob Dylan lo hicimos en el Cilindro. Pero mejor auditorio de Uruguay es el Teatro Solís, pasa un rio por abajo y eso ayuda mucho.
Indoors es difícil, outdoors es mejor. En Ecuador el Estadio Rumiñahui es difícil, acá en American Airlines es difícil, donde haya bóveda es muy difícil.
No se puede ahorrar en sonido, mil dólares más o menos no hacen diferencia si vas a dejar a 1,000 personas sin escuchar. Siempre saco una línea de la consola para que me conecten a todo el sistema de sonido de la casa. Les doy ese tip a otros compañeros y me lo agradecen. La acústica es un tema a cuidar. Cuando tienes un trovador como Sabina, como Serrat, como Sanz, como Juanes, como Milanés, como Silvio es importante la calidad de las palabras. Cuando tienes un Ricky Martin, un Chayanne, Pitbull cuyas canciones suenan todo el tiempo en la radio, la gente se sabe sus canciones de memoria. Si yo voy a la radio de Miami… ¿Cuántas veces suenan a los cantautores?
Hay shows que los disfruto más y otros que menos, pero todos los disfruto. Es como un cirujano, el cirujano opera y no discrimina a quien, latino, blanco, negro, asiático son todos iguales.
Yo trabajé con Daddy Yankee cuando empezaba. Tuve la oportunidad de aportar mi granito de arena para la creación de su show. Daddy es un profesional de primera. Es el primero en llegar a los ensayos, respetuoso con su público con su staff, se tomó en serio la carrera.
Tuve que aprender mucho del rubro, los códigos, con el regional mexicano, trabajé con Los Horóscopos de Durango, Los Temerarios, Los Tigres del Norte. Desde Uruguay, en los 90, produje un show de La Mafia. El vallenato… Jorge Celedón. Celedón otro profesional. Sano, cumplidor, low profile.
De lo malo, hay que desecharlo, por suerte no es la constante. Muchas veces el artista es víctima del entorno, de los managers, a veces el artista no sabe en realidad lo que está pasando. Lo buenos son mayoría. Lamentablemente vende más el escándalo, los que se llevan por droga, los incumplidos, a mí me tocó una vez una gira de INXS, Joe Cocker y Billy Idol en Argentina, Uruguay, Brasil, Chile.
A Joe Cocker lo vi cantar borracho y la gente ni se enteró. Yo vi a Cocker vomitar atrás de la tarima y volvía, eso es ser un artista. Otro artista se cae arriba del escenario.
Bob Dylan, entraba a los recitales por la puerta principal, con el público, entre la gente, y la gente ni se enteraba. Se bajaba tres cuadras antes, el jefe de seguridad era Callahan, (el de los Rolling Stones también en los 60) íbamos en la van, nos quedamos en Buenos Aires en el hotel Panamericano, cuando llegamos a Obras Sanitarias, se bajó tres cuadra antes, Yo pregunto ‘¿Qué va a hacer?’ y Callahan caminaba 30 metros atrás, Dylan iba con su sobretodo, su gorra de lana, yo creo que era una cábala que tenía.
Dylan cocinaba en los hoteles, no pedía una cocina como Pavarotti, dentro de la habitación, pero viajaba con sus hot plates, y ahí se hacia sus comidas, de pronto por un tema de religión…un tipo muy especial.
BOOM: Con tantos años en la industria es raro que no tengas muchas fotos con ellos.
TM: Nunca me gustó sacarme fotos por sacarme fotos. Si había una foto tenía que ser testimonial, casual, sacada porque sí. Hay una que si me puse de cholulo que fue con Jeff Beck, a quien me le quito el sombrero. Después, tengo una que sacó una persona y me tomó creyendo que yo era de los Gypsy Kings, porque estaba vestido como ellos.
No todos los artistas agradecen y Rubén Blades vino a mí y lo hizo después de una gira con él y Gilberto Santa Rosa. Es muy exigente pero respetuoso.
BOOM: ¿Y los mejores lugares para trabajar?
TM: Depende de factores. Acústicamente el Carnegie Hall, eso no es noticia, pero igual me asombró. Yo soy gitano, me adapto al mundo, soy positivo por naturaleza sino no podría trabajar en esto, ¿Difícil? Ricky Martin en Nicaragua. Había lluvia, viento, las condiciones del escenario, y con la buena voluntad de todo el staff de Ricky, incluyendo su oficina, RM Enterprise, Joselo, Bruno, Cooper, todos colaboraron en poder hacer ese show para el promotor. Eso te demuestra que uno se siente bien en todos lados.
BOOM: ¿Dónde casi no se pudo hacer un show?
TM: Daddy Yankee en Barranquilla.
Llegamos el día del concierto, estaba el productor local, se llama Rodeblam, estaba sentado en el medio de la cancha con un toldo blanco y no había nada, estaba la tarima pero para arriba no había nada, ahí pensé que no se podía. Pero se hizo.
En México, Cozumel, llegan los equipos de Yankee cuando salimos con el tour, nosotros poníamos el 50% del equipo porque había un elevador, muy sofisticado, a Cozumel hay que cruzar en ferry, se retrasó. Estaba la gente de CMN, Jorge Naranjo, Fácil, el montaje es parte del show, abrieron puertas y la gente vio cómo se montaba, desde las 10 pm hasta la 1. Me parecía más honesto con el público, que supieran que se iba a hacer, que vieran que nos estábamos partiendo el lomo que no era nuestra culpa, por una ley, había prioridad a cosas perecederas como la comida, entonces los equipos eran lo último en aceptar.
BOOM: Viendo lo importante que es la música y la producción en vivo en la música de hoy en día, no te parece que debería haber un premio para los productores de shows, por ejemplo de la Academia Latina de la grabación u otra entidad?
TM: Es gracioso pero siempre me preguntan “Y vos no tenés ningún premio? Y yo digo, el trabajo nuestro se ve reflejado en el artista. Y hay que premiar al artista. Parte del éxito del artista es nuestro también. Por eso siempre valoro al runner hasta al que maneja la van, tiene su mérito. Debería haber un premio… debería. No sé si premios, pero menciones, reconocimientos, al audio, a las puestas en escena, sí, sería una buena propuesta para decirle a la Academia.
Lo que pasa es que en el espectáculo vos ya viste a la mujer maquillada. No ves el proceso previo. Un poco con los Rolling Stones se empezó a hablar de esto, que si los 36 camiones que venían y todo el mundo decía: ‘wow ¡36 camiones!’
Los periodistas siempre me preguntan cuántos camiones traen, eso no determina la calidad del show. Yo me acuerdo con Van Halen, veníamos de Brasil, Montevideo. Chile Buenos Aires. Y viajaban con un camión de Marshalls o Vox, no me acuerdo, él tenía 4 amplificadores Combo que era lo que conectaba, el resto que era como 15 más, o sea la cantidad de equipo no garantiza absolutamente nada, por eso cuanto te preguntan, cuánto equipo de luces traen, cuántos vatios de potencia,
En un concierto de Amnistía Internacional, cuando en Chile era presidente Pinochet, hubo un concierto con Bruce Springsteen, y media Mendoza se quedó sin luz porque se ocuparon todos los generadores en el estadio. El consumo de energía es muy fuerte. Hay que ver que los equipos de hoy en día consumen más energía. Un Atomic 3000 es un strobe, consume muchísimo.
BOOM: ¿Qué opinas del Streaming de eventos musicales en vivo por internet?
TM: Es el futuro, el pay per view. La tendencia de la humanidad es afortunadamente encerrarse en la casa. El juego virtual del casino por Internet o TV, la ruleta en reality. El vivo seguirá siendo el vivo, en lugar de tener 20K personas allí tendrás medio millón viéndolo desde casa, igual necesitas tener público invitado. No estamos descubriendo nada, es todo cíclico, ¿Te acordás de las fono plateas? Programas de radio en vivo con gente, allí iban a tocar, a cantar, el radio teatro, imagínate lo mismo en internet.
Igual estar en vivo presencialmente es irremplazable.
BOOM: ¿Y los shows por holograma?
TM: Nooo, eso es como el ProTools, eso es como hacer un croma en televisión, es como estar con el Pato Donald, es difícil para un músico, no para un actor pero para un músico si, tocar sin público.
BOOM: La confidencialidad es lo que más valoran de ti.
TM: Uno no se ha vuelto paparazzi, yo no quiero entrar en ese juego, uno es como un médico, lo que me da de comer no lo estropeo, siempre me vas a escuchar decir cosas lindas, buenas, verdades, no inventos. No es necesario el amarillismo para nada,
BOOM: ¿Por qué te dicen Tombo?
TM: Porque fui policía. Me pusieron de apodo los amigos sonidistas porque sabían. Tombo, forma vulgar de llamar a un policía. A los 18 años.
BOOM: ¿Te llevaste preso a alguien alguna vez?
TM: No, no, pero me sirvió para manejar situaciones. ¿Qué es un policía? Es un árbitro, cuando hay un choque el tombo dice ‘Ud. Cállese cuénteme su versión, ahora Ud., aquí va su ticket, vamos a la corte’.
Cuando el de monitores se quiere pelear con el de sala porque no le hace caso, que el iluminador, que el artista se queja que no le pusieron el agua acá, El Tío Tombo, es lo que me da de comer, es lo vive, de l o que vive mi familia, lo que me ha permitido estar acá y conocer muchísima gente en todo el mundo y soy feliz de poder vivir de lo que sé hacer.
Los empresarios te escuchan, te respetan, al final del día les están cuidando la espalda a ellos y su dinero.
BOOM: Tombo… gracias, por compartir tanto conocimiento. ¿Cómo te encuentran?
TM: Por referidos,
Tony Parodi, un capo de la industria, tiene una frase que dice, ‘si necesitas una business card es porque nadie te conoce’, eso es muy de los 80, aclaremos. Siempre el boca a boca es que te termina poniendo en determinadas posiciones.
Gracias BOOM por difundir todo lo que nos importa a nosotros, chau. Gracias.Mucho se ignora de lo que sucede en un concierto antes de se abran las puertas al público, la movilización humana y de equipos es inimaginable, sobre todo si se tiene en cuenta el tiempo tan corto que se tiene para montar y desmontar, dados los altos costos de renta de un auditorio, y equipos de sonido y luces y personal calificado en cualquier parte del mundo.
Con la creciente disponibilidad de alta tecnología y complejidad en el sonido, las luces y los efectos especiales, la industria del espectáculo, el único rubro de la industria musical que no se ha visto reducido a cenizas sino más al contrario, ha hecho que se manejen grandes inversiones en la producción, obligando a artistas, managers y promotores a tener lo mejor de lo mejor en calidad humana a la hora de confiar semejantes eventos que impactan la vida de miles de personas.
Por eso a los ingenieros de producción les llamamos “los seres que brillan en la oscuridad”. Pocos saben quiénes son, sólo los que necesitan saberlo. Por más de una década en Miami no se habla de otro productor para los grandes shows en el American Airlines Arena, el Fillmore Miami Beach, el Miami-Dade County Auditorium u otro recinto de gran capacidad que de Miguel “Tombo” Martínez, un uruguayo que llegó a vivir a los EE.UU por la creciente demanda a su trabajo, que ya completaba los 30 años a comienzos de siglo, si bien desde 1972, el joven sonidista ingresaba en el mundo del espectáculo a lo grande.
Hoy por hoy, Tombo es el productor técnico de cabecera de empresas como Live Nation, NYK Concerts, CMN, Eventus y más para sus espectáculos latinos y ojo, hasta anglos también.
Sí, es cierto, producir técnicamente un concierto requiere de cientos de personas, pero a la cabeza debe haber alguien con la cabeza fría y los pies calientes, ágil y diligente, pero calmado y experimentado, para resolver cualquier situación que se presente.
Conversamos con el gran Tombo en nuestras oficinas de BOOM.
BOOM: Sabemos que desde 1972 ya empezabas en este mundo trabajando para una empresa de audio y luces en Montevideo. En el 76-78 cruzas a Buenos Aires.
TM: Tuve la suerte de trabajar con muchas bandas y aprender en este negocio en Argentina y Brasil. Trabajé con los promotores de shows más grandes de esos países. Oscar López, Daniel Grinbank, Fernando Moya, Roberto Costa, Marcelo Figoli, Víctor Bertolini, Pity Iñurrigarro (QEPD). En el 89 hice lo que podría ser mi primer tour con Rod Stewart. Hice lo que hoy se conoce como Technical Director o Promoter Rep como le dicen acá, era un Coordinador de Producción.
BOOM: Te daría risa cuando llegaste acá y comparaste todas las cosas que hacías allá con las de acá.
TM: Yo me gradué de TODERO, coordiné transporte, carga, hotel, en aquella época no había las escuelas y universidades de producción y todo el acceso que hay hoy; soy un firme creyente de los libros, creo en el conocimiento, pero desafortunadamente tuve que aprender a los golpes. Después de muchos años. Mi experiencia la gané trabajando shows como por ejemplo de Eric Clapton, Sting, The Cure, Yes, Queen, Peter Gabriel.
BOOM: ¿Cuáles eran los obstáculos más grandes de producir?
TM: Los recursos, o mejor la falta de ellos, la comunicación y el formato de trabajo. En EEUU o Europa se nace con el agua caliente en el grifo, allá había que traer el agua caliente. En los 80, con Daniel Grinbank, pionero de las producciones de Rock en el Sur, las producciones venían “ALL IN”. Un Tour de Sting y Clapton se vendieron ¡En USD $ 33,000 dólares! Hoy ni los sacas a ellos de su casa con esa cantidad. La logística, técnicamente venía todo en contenedores. Necesitábamos montacargas, personal adecuado, trabajadores que supieran cargar un equipo, que supieran colgar un motor. Manejar una grúa etc.
BOOM: El idioma también era un obstáculo.
TM: La comunicación es parte de la logística, había un traductor por cada 10 personas, incluso mi inglés no era el mejor del mundo, tuve la suerte de tener Production Managers tipo Rick O’Brien, un tipo muy especial muy histérico en su trabajo pero muy profesional Alan Santos (Bob Dylan), Phil Giuliano, Bill Graham (Rolling Stones), mamar mucho conocimiento, metodología, psicología. Siempre lo he dicho…un Productor es un Psicólogo. La mezcla de idiosincrasias, los Anglos llegaban a Suramérica queriendo que se trabajara como ellos y eso era imposible. Se generaba allí un punto medio que era muy divertido y se gestaban amistades. Recuerdo que en un show me pidieron cuerdas y les trajimos cepillos, era gracioso pero siempre hubo mucho respeto y comunicación.
Aprendí de veteranos de la producción como Steve “Chopper” Borges, Chris Lamb (Shakira), había una empresa que se llamaba GLS, proveía Production Managers a los artistas, Gerry Stickells era su director, como tenía el respaldo, asignaba Production Managers.
Fue un proceso muy interesante por eso hoy me rio cuando a mi vienen muchachos hoy un día a decirme que un equipo digital no funciona. Los problemas eran antes.
BOOM: ¿Cómo era trabajar artistas locales, nacionales en comparación con los internacionales?
TM: Uruguay era un importador de bandas argentinas. Los Abuelos de La Nada, Charly García, Suis Generis, Miguel Mateos y ZAS, Todo este movimiento generó un mejoramiento en lo técnico, en lo musical, en lo artístico. Cuando voy a Buenos Aires a trabajar uno encuentra recursos humanos y técnicos, que se encuentran en Brasil, también, pero es otra metodología. Buenos Aires tiene una reputación impecable. Los equipos de la gira de Dance Into The Light de Phil Collins se armaron en Buenos Aires. Argentina nos ha enseñado a todos.
BOOM: ¿Cómo llegas a EEUU?
TM: En el 91 empiezo a trabajar mas del lado del artista internacional. Me empiezan a convocar, promotores, productores, managers, yo era garantía de confianza, no con petulancia, pero la gente se sentía confiada, Nunca perdí de vista de dónde vengo y de donde soy.
Vamos a conseguir lo mejor dentro de lo que hay en cada país al que vamos.
Recuerdo que comencé con Enrique Iglesias y la gira de su disco “Vivir” Fue uno de los artistas latinos que puso mucha producción en los shows. Después vino Luis Miguel. En el 94-96 mi nombre llega a una compañía de Kenneth Feld, Feld Entertainment, los productores de Disney On Ice y Ringling Bros. and Barnum & Bailey.
Fui asistente del Company Manager, allí hicimos una gira muy larga. En el 97-98 vuelvo a Montevideo. Monté un teatro, siempre me gustó el teatro, pero me fue muy mal.
Vuelvo en el 2001, golpeo puertas, por suerte me conocían, Tony Parodi, Arie Kaduri, Henry Cárdenas, Emily Simonitsch, Kate Ramos, Phil Giuliano, Chopper, Alan Santos, no me quiero olvidar de nadie.
Puedo decir con mucha paz que agradecido estoy de haber venido acá EE.UU. En el 2002 logro mi documentación de residencia y ahí me traigo a mi familia en el 2003 y sigo trabajando en todo EEUU, Centro América en Suramérica.
BOOM: Te especializas en shows latinos…
TM: Más que todo, aunque en los últimos 4 años me han usado mucho como llave con la región bandas anglo como Guns & Roses, Aerosmith, Jonas Brothers, Milley Cyrus, la mayoría de los artistas latinos tienen Production Managers que no son latinos, yo no digo que está mal o está bien, así sean chinos, lo que cuentas aquí es la confianza, recuerden que el Production Manager es la pastillita que da tranquilidad a los artistas.
Cuando un artista viene a hacer su sound check lo primero que hace es acercarse al Production Manager y preguntarle “¿Cómo está todo?” Pero muchos P.M. son europeos y estadounidenses, y ellos van recomendando a otros, muchos me han recomendado a mí. Lo que me pasaba con los latinos ahora me pasa con los americanos. Omar, que fue el director del tour de Milley Cyrus en el mundo, me terminó recomendando para trabajos en Europa, en Dubái, en Abu Dhabi, Yo fui a Dubái y al Líbano con Shakira. Yo me reía sólo porque decía ‘¿Qué hago yo acá?’
Pero fue una experiencia espectacular, aparte era la primera vez que Shakira iba a la tierra de sus orígenes. Eso fue muy fuerte. Fue un show con una vibra especial porque incluso fue el papá y el hermano.
He tenido la suerte de que de boca a boca me han ido recomendando, del latino al anglo y del anglo al latino.
BOOM: Tu conocimiento de ambos mundos te da esa característica especial.
TM: Si gracias Dios, incluso aprendí bastante inglés, no lo hablo perfecto pero me comunico muy bien, eso le da una tranquilidad a los productores. No basta con traducir literal, hay que traducir conceptual, hay que tener bases técnicas. Yo entrevisto siempre a los traductores que uso porque les pregunto ‘¿Conoces de este negocio?’ A veces una mala interpretación de una idea te puede llevar a un caos.
BOOM: Estas en un rubro de la industria musical que no ha sido golpeado tanto, el directo sique siendo rentable.
TM: En mi pueblo se decía que la alegría va por barrios, va por zonas. El hecho de que EE.UU. haya caído en una situación financiera bastante embromada generó que todos los talentos grandes que se negaban a ir, porque tenían el dinero aquí, se hayan visto forzados a salir al mundo a buscar dinero. Por eso esa gran invasión en Sur América que ha habido de Lenny Kravitz, Madonna Paul Mc McCartney, que todo el mundo dice ‘¿Pero cómo?’ Porque realmente los que manejan la industria se dieron cuenta que potencialmente el dinero estaba en México, Centroamérica y Suramérica porque Europa está peor que nosotros, esa invasión le hace bien a los pueblos.
Países que remotamente se les hubiese dado la oportunidad en los 80. Bolivia, Centro América, Guatemala, Honduras, porque no existían los recursos, sigue siendo complicado. Yo acabo de hacer Ricky Martin en Guatemala y Nicaragua y no es fácil. Las fronteras, los transportes, las vías y un montón de detalles. Pero sí, la necesidad tiene cara de hereje y muchos Production Managers que se negaban a fomentar el negocio en Sur América en los últimos 3 años han dicho, ‘vamos, vamos’.
Hoy Argentina, Brasil, son mercados muy interesantes y su economía están más estables que acá. Colombia es un ejemplo espectacular de eso también.
El antes era la degustación como se hace en los supermercados. Cuando un artista internacional iba a Latinoamérica era para promover la venta de un disco recién lanzado. Ahora el producto es el show. Los discos no se venden, grabar un disco sale mucha plata, las disqueras no hacen mercadeo porque no tienen dinero, entonces el artista se presenta porque ahí es donde está el dinero.
BOOM: ¿Qué determina un gran show?
TM: La conexión con el público. Eric Clapton era y es el tipo más difícil para tratar a la hora de relaciones públicas, en los aeropuertos se escondía, no quería nada, no pasaba por el VIP. Pero con el público, el show que brinda es espectacular. Yo me guío por la música en vivo. Las bandas cuando más simples son rinden mucho más.
Otro ejemplo, Juan Luis Guerra, su show, sus músicos; el público no compra tickets para ver volar al artista, el público compra tickets porque conoce al artista por lo que ha sido musicalmente, en su poesía. Que después le des a la fiesta el marco ideal es otra cosa, pero no perdamos de vista que es lo que es por su música, por sus letras.
Hay ejemplos muy evidentes que no los voy a decir por respeto, pero producciones sobre dimensionadas donde no se logró lo que se quería, es más se perdió la conexión entre el público y el artista.
Yo hice Aerosmith, son todos mayores de edad, su show es básico, ahí lo único que se respeta es el audio, el resto de lo que esté encima -si hay todo lo que tiene que haber maravilloso-, si no, ellos se adaptan con un límite de calidad.
BOOM: Entonces no importa cuánta parafernalia se ponga de luces y efectos… ¿Y qué determina la calidad… los equipos, el cableo, las marcas?
TM: Las marcas hacen su marketing, esto es como la informática, cada 6 meses sale un producto nuevo y hay que venderlo. Yo siempre digo que el hardware es importante, pero el oído del ingeniero es importante. Las marcas son importantes y no quiero ser irrespetuoso de las marcas, pero siempre termina pasando por el material humano. Los recursos que tú tienes en la cabeza. Hay una gran lucha entre los técnicos. Obviamente el técnico se siente mucho más seguro con una marca porque la conoce. Pero yo conozco técnicos excelentes que han hecho sonar equipos inferiores.
BOOM: La Acústica tiene mucho que ver.
TM: El famoso Palacio Peñarol ahí no se puede hacer nada pero se hace. Ahí yo hice The Mission, a Bob Dylan lo hicimos en el Cilindro. Pero mejor auditorio de Uruguay es el Teatro Solís, pasa un rio por abajo y eso ayuda mucho.
Indoors es difícil, outdoors es mejor. En Ecuador el Estadio Rumiñahui es difícil, acá en American Airlines es difícil, donde haya bóveda es muy difícil.
No se puede ahorrar en sonido, mil dólares más o menos no hacen diferencia si vas a dejar a 1,000 personas sin escuchar. Siempre saco una línea de la consola para que me conecten a todo el sistema de sonido de la casa. Les doy ese tip a otros compañeros y me lo agradecen. La acústica es un tema a cuidar. Cuando tienes un trovador como Sabina, como Serrat, como Sanz, como Juanes, como Milanés, como Silvio es importante la calidad de las palabras. Cuando tienes un Ricky Martin, un Chayanne, Pitbull cuyas canciones suenan todo el tiempo en la radio, la gente se sabe sus canciones de memoria. Si yo voy a la radio de Miami… ¿Cuántas veces suenan a los cantautores?
Hay shows que los disfruto más y otros que menos, pero todos los disfruto. Es como un cirujano, el cirujano opera y no discrimina a quien, latino, blanco, negro, asiático son todos iguales.
Yo trabajé con Daddy Yankee cuando empezaba. Tuve la oportunidad de aportar mi granito de arena para la creación de su show. Daddy es un profesional de primera. Es el primero en llegar a los ensayos, respetuoso con su público con su staff, se tomó en serio la carrera.
Tuve que aprender mucho del rubro, los códigos, con el regional mexicano, trabajé con Los Horóscopos de Durango, Los Temerarios, Los Tigres del Norte. Desde Uruguay, en los 90, produje un show de La Mafia. El vallenato… Jorge Celedón. Celedón otro profesional. Sano, cumplidor, low profile.
De lo malo, hay que desecharlo, por suerte no es la constante. Muchas veces el artista es víctima del entorno, de los managers, a veces el artista no sabe en realidad lo que está pasando. Lo buenos son mayoría. Lamentablemente vende más el escándalo, los que se llevan por droga, los incumplidos, a mí me tocó una vez una gira de INXS, Joe Cocker y Billy Idol en Argentina, Uruguay, Brasil, Chile.
A Joe Cocker lo vi cantar borracho y la gente ni se enteró. Yo vi a Cocker vomitar atrás de la tarima y volvía, eso es ser un artista. Otro artista se cae arriba del escenario.
Bob Dylan, entraba a los recitales por la puerta principal, con el público, entre la gente, y la gente ni se enteraba. Se bajaba tres cuadras antes, el jefe de seguridad era Callahan, (el de los Rolling Stones también en los 60) íbamos en la van, nos quedamos en Buenos Aires en el hotel Panamericano, cuando llegamos a Obras Sanitarias, se bajó tres cuadra antes, Yo pregunto ‘¿Qué va a hacer?’ y Callahan caminaba 30 metros atrás, Dylan iba con su sobretodo, su gorra de lana, yo creo que era una cábala que tenía.
Dylan cocinaba en los hoteles, no pedía una cocina como Pavarotti, dentro de la habitación, pero viajaba con sus hot plates, y ahí se hacia sus comidas, de pronto por un tema de religión…un tipo muy especial.
BOOM: Con tantos años en la industria es raro que no tengas muchas fotos con ellos.
TM: Nunca me gustó sacarme fotos por sacarme fotos. Si había una foto tenía que ser testimonial, casual, sacada porque sí. Hay una que si me puse de cholulo que fue con Jeff Beck, a quien me le quito el sombrero. Después, tengo una que sacó una persona y me tomó creyendo que yo era de los Gypsy Kings, porque estaba vestido como ellos.
No todos los artistas agradecen y Rubén Blades vino a mí y lo hizo después de una gira con él y Gilberto Santa Rosa. Es muy exigente pero respetuoso.
BOOM: ¿Y los mejores lugares para trabajar?
TM: Depende de factores. Acústicamente el Carnegie Hall, eso no es noticia, pero igual me asombró. Yo soy gitano, me adapto al mundo, soy positivo por naturaleza sino no podría trabajar en esto, ¿Difícil? Ricky Martin en Nicaragua. Había lluvia, viento, las condiciones del escenario, y con la buena voluntad de todo el staff de Ricky, incluyendo su oficina, RM Enterprise, Joselo, Bruno, Cooper, todos colaboraron en poder hacer ese show para el promotor. Eso te demuestra que uno se siente bien en todos lados.
BOOM: ¿Dónde casi no se pudo hacer un show?
TM: Daddy Yankee en Barranquilla.
Llegamos el día del concierto, estaba el productor local, se llama Rodeblam, estaba sentado en el medio de la cancha con un toldo blanco y no había nada, estaba la tarima pero para arriba no había nada, ahí pensé que no se podía. Pero se hizo.
En México, Cozumel, llegan los equipos de Yankee cuando salimos con el tour, nosotros poníamos el 50% del equipo porque había un elevador, muy sofisticado, a Cozumel hay que cruzar en ferry, se retrasó. Estaba la gente de CMN, Jorge Naranjo, Fácil, el montaje es parte del show, abrieron puertas y la gente vio cómo se montaba, desde las 10 pm hasta la 1. Me parecía más honesto con el público, que supieran que se iba a hacer, que vieran que nos estábamos partiendo el lomo que no era nuestra culpa, por una ley, había prioridad a cosas perecederas como la comida, entonces los equipos eran lo último en aceptar.
BOOM: Viendo lo importante que es la música y la producción en vivo en la música de hoy en día, no te parece que debería haber un premio para los productores de shows, por ejemplo de la Academia Latina de la grabación u otra entidad?
TM: Es gracioso pero siempre me preguntan “Y vos no tenés ningún premio? Y yo digo, el trabajo nuestro se ve reflejado en el artista. Y hay que premiar al artista. Parte del éxito del artista es nuestro también. Por eso siempre valoro al runner hasta al que maneja la van, tiene su mérito. Debería haber un premio… debería. No sé si premios, pero menciones, reconocimientos, al audio, a las puestas en escena, sí, sería una buena propuesta para decirle a la Academia.
Lo que pasa es que en el espectáculo vos ya viste a la mujer maquillada. No ves el proceso previo. Un poco con los Rolling Stones se empezó a hablar de esto, que si los 36 camiones que venían y todo el mundo decía: ‘wow ¡36 camiones!’
Los periodistas siempre me preguntan cuántos camiones traen, eso no determina la calidad del show. Yo me acuerdo con Van Halen, veníamos de Brasil, Montevideo. Chile Buenos Aires. Y viajaban con un camión de Marshalls o Vox, no me acuerdo, él tenía 4 amplificadores Combo que era lo que conectaba, el resto que era como 15 más, o sea la cantidad de equipo no garantiza absolutamente nada, por eso cuanto te preguntan, cuánto equipo de luces traen, cuántos vatios de potencia,
En un concierto de Amnistía Internacional, cuando en Chile era presidente Pinochet, hubo un concierto con Bruce Springsteen, y media Mendoza se quedó sin luz porque se ocuparon todos los generadores en el estadio. El consumo de energía es muy fuerte. Hay que ver que los equipos de hoy en día consumen más energía. Un Atomic 3000 es un strobe, consume muchísimo.
BOOM: ¿Qué opinas del Streaming de eventos musicales en vivo por internet?
TM: Es el futuro, el pay per view. La tendencia de la humanidad es afortunadamente encerrarse en la casa. El juego virtual del casino por Internet o TV, la ruleta en reality. El vivo seguirá siendo el vivo, en lugar de tener 20K personas allí tendrás medio millón viéndolo desde casa, igual necesitas tener público invitado. No estamos descubriendo nada, es todo cíclico, ¿Te acordás de las fono plateas? Programas de radio en vivo con gente, allí iban a tocar, a cantar, el radio teatro, imagínate lo mismo en internet.
Igual estar en vivo presencialmente es irremplazable.
BOOM: ¿Y los shows por holograma?
TM: Nooo, eso es como el ProTools, eso es como hacer un croma en televisión, es como estar con el Pato Donald, es difícil para un músico, no para un actor pero para un músico si, tocar sin público.
BOOM: La confidencialidad es lo que más valoran de ti.
TM: Uno no se ha vuelto paparazzi, yo no quiero entrar en ese juego, uno es como un médico, lo que me da de comer no lo estropeo, siempre me vas a escuchar decir cosas lindas, buenas, verdades, no inventos. No es necesario el amarillismo para nada,
BOOM: ¿Por qué te dicen Tombo?
TM: Porque fui policía. Me pusieron de apodo los amigos sonidistas porque sabían. Tombo, forma vulgar de llamar a un policía. A los 18 años.
BOOM: ¿Te llevaste preso a alguien alguna vez?
TM: No, no, pero me sirvió para manejar situaciones. ¿Qué es un policía? Es un árbitro, cuando hay un choque el tombo dice ‘Ud. Cállese cuénteme su versión, ahora Ud., aquí va su ticket, vamos a la corte’.
Cuando el de monitores se quiere pelear con el de sala porque no le hace caso, que el iluminador, que el artista se queja que no le pusieron el agua acá, El Tío Tombo, es lo que me da de comer, es lo vive, de l o que vive mi familia, lo que me ha permitido estar acá y conocer muchísima gente en todo el mundo y soy feliz de poder vivir de lo que sé hacer.
Los empresarios te escuchan, te respetan, al final del día les están cuidando la espalda a ellos y su dinero.
BOOM: Tombo… gracias, por compartir tanto conocimiento. ¿Cómo te encuentran?
TM: Por referidos,
Tony Parodi, un capo de la industria, tiene una frase que dice, ‘si necesitas una business card es porque nadie te conoce’, eso es muy de los 80, aclaremos. Siempre el boca a boca es que te termina poniendo en determinadas posiciones.
Gracias BOOM por difundir todo lo que nos importa a nosotros, chau. Gracias.