Como “una situación irreversible”, la cual, “de una u otra forma tiene que terminar, porque no funcionó, no funciona ni va a funcionar” se pronunció el ídolo de la canción romántica latinoamericana, el venezolano José Luis Rodríguez El Puma, frente a la situación social y política en Venezuelaen en conversación con BOOM en Miami.
Recordado por ser la imagen por al menos cinco décadas de la música popular y como figura relevante de las artes y la cultura de ese país, Rodríguez viene siendo abiertamente un detractor del gobierno de la nación petrolera, cosa que manifiesta casi a diario a través de sus redes sociales, pero también en su libro “El Puma y Yo”, que “sin ser una autobiografía”, relata memorias y secretos nunca antes contados de su vida personal y profesional.
Su posición le ha ocasionado el rechazo y la censura por el aparato mediático y estatal en la nación suramericana. “Esa Venezuela gloriosa, abundante, llena de artistas, ya no existe” porque según él “la tratan de aplastar” y quieren “borrarlo de la historia a uno. Pero no, lo que hay que borrar es a otras personas de la historia. El que calla otorga y el que guarda silencio es cómplice, entonces yo lo que hice en el libro fue fijar mi posición política, mi posición espiritual, narrar las giras y hablar de la familia, esa es la conversación”.
Para el veterano cantante y empresario -que tuvo su propio canal de videos musicales llamado Puma TV de 1995 a 2005 en Venezuela- el gobierno lo controla todo. “Son tres poderes secuestrados, una corte suprema controlada, más de 700 medios de comunicación que están en poder del gobierno. En casa de los que gobiernan y de los militares hay comida, hay salud si se enferman, medicinas y médicos. En casas de las clases medias y pobres esto es de verdad crítico. No hay comida, ni medicinas”.
A sus 71 años se siente “muy bien” a propósito de una enfermedad pulmonar que padece, conocida como fibromatosis pulmonar, la cual no tiene cura. Sin embargo, comenta que se está realizando un tratamiento de células madre que se aplicará anualmente y que lo tiene sintiéndose “en franca mejoría”.
Además del libro, Rodríguez acaba de publicar un disco de temas espirituales, de corte Gospel llamado “Directo al Espíritu“, grabado en estudios de Miami, Caracas y Buenos Aires bajo la producción del cubano-americano Paris Cabezas. “Hubo varios músicos, varios directores, varios productores, una mezcla de ritmos muy sabroso, algunos caribeños, otros vienen de Europa, otros del Sur, pero en síntesis entre las 13 canciones hay unas ocho rítmicas y otras cinco que pudieran ser baladas”.
El disco tiene la magia del productor y compositor español José Chema Purón en la dirección vocal, con temas que han sido clásicos. “El hombre de la Cima”, “El Guía”, que fueron grabados por él hace 30 años. También grabó “Aleluya”, original de Luis Eduardo Aute, que la hizo famosa el desaparecido cantante venezolano Cherry Navarro. Las versiones de “El Himno A la Alegría” y “Desiderata” son igualmente magistrales.
Un hombre completo en lo profesional y en lo personal, aparentemente lo ha logrado todo, pero El Puma dice que aún le falta mucho y hace alusión a la reciente noticia que circuló sobre su muerte. “Salió por ahí que yo había partido del cuerpo. Hubo gente que lloró, que se entristeció muchísimo. Lo más absurdo era que me llamaban a mi teléfono celular para saber si estaba vivo, no puede ser. Yo les decía, ‘hermano, esto es una llamada del cielo, realmente me dieron un permiso para hablar contigo nada más’. ¡Como puede ser que me he muerto y tenga teléfono!” riéndose a carcajadas. “La broma pasó, gracias a Dios, pero sentí el cariño de la gente, muy fuerte; muy pocos se alegraron”.
Y es que con gran ánimo y energía estuvo grabando videoclips para las canciones “Si queremos podemos’ y “Fiesta en mi pueblo”, sencillos de este nuevo disco.
El Puma viajaba al día siguiente a Perú donde tiene compromisos con la televisión de ese país. “Hay unos tres proyectos que no puedo decir ahora, pero por esta libertad que tengo ahora me permite Dios realizar mis sueños, esas cosas que estaban guardadas y no podía por los contratos discográficos”.
El vocalista tenor de corte dramático y venerado locutor exalta la libertad que tienen los artistas hoy en día para promocionar su música gracias a las nuevas formas de distribución. “A mi página han entrado aproximadamente unas 450.000 personas buscando lo del libro ‘El Puma y yo’ hasta de la India. Yo me asombro, esto sería imposible solo con una editorial”.
A pesar de que su salud no está al 100 por 100 afirma: “No puedo ir a alturas todavía, pero en el nivel del mar no tengo ningún problema, puedo cantar, hacer ejercicio, estoy en franca recuperación. Me siento bien y declaro sanidad por supuesto, esa es la positividad de mi mente. La mente y el espíritu son más fuertes que el cuerpo.
Cuando se le pregunta por su legado y el cariño que cada país de Iberoamérica tiene por su figura y su música, responde con la mayor seriedad, en sus cómodos jeans , mocasines de cuero, blazer azul marino, camisa blanca y su abultada e insigne cabellera entre negra y canosa: “El cariño de la gente lo tengo en alta estima. Yo no estoy en la necesidad de triunfar, estoy en la necesidad de ser, lo que yo soy por dentro y por fuera. Es un compromiso moral, espiritual, profesional seguir. Uno lo que hace es no tratar de defraudar a la gente que ha depositado amor, cariño y confianza en lo que uno hace”.
Con 50 años de carrera y un número similar de discos bajo el brazo, El Puma sigue caminando por las altas esferas del estrellato. Como “una situación irreversible”, la cual, “de una u otra forma tiene que terminar, porque no funcionó, no funciona ni va a funcionar” se pronunció el ídolo de la canción romántica latinoamericana, el venezolano José Luis Rodríguez El Puma, frente a la situación social y política en Venezuelaen en conversación con BOOM en Miami.
Recordado por ser la imagen por al menos cinco décadas de la música popular y como figura relevante de las artes y la cultura de ese país, Rodríguez viene siendo abiertamente un detractor del gobierno de la nación petrolera, cosa que manifiesta casi a diario a través de sus redes sociales, pero también en su libro “El Puma y Yo”, que “sin ser una autobiografía”, relata memorias y secretos nunca antes contados de su vida personal y profesional.
Su posición le ha ocasionado el rechazo y la censura por el aparato mediático y estatal en la nación suramericana. “Esa Venezuela gloriosa, abundante, llena de artistas, ya no existe” porque según él “la tratan de aplastar” y quieren “borrarlo de la historia a uno. Pero no, lo que hay que borrar es a otras personas de la historia. El que calla otorga y el que guarda silencio es cómplice, entonces yo lo que hice en el libro fue fijar mi posición política, mi posición espiritual, narrar las giras y hablar de la familia, esa es la conversación”.
Para el veterano cantante y empresario -que tuvo su propio canal de videos musicales llamado Puma TV de 1995 a 2005 en Venezuela- el gobierno lo controla todo. “Son tres poderes secuestrados, una corte suprema controlada, más de 700 medios de comunicación que están en poder del gobierno. En casa de los que gobiernan y de los militares hay comida, hay salud si se enferman, medicinas y médicos. En casas de las clases medias y pobres esto es de verdad crítico. No hay comida, ni medicinas”.
A sus 71 años se siente “muy bien” a propósito de una enfermedad pulmonar que padece, conocida como fibromatosis pulmonar, la cual no tiene cura. Sin embargo, comenta que se está realizando un tratamiento de células madre que se aplicará anualmente y que lo tiene sintiéndose “en franca mejoría”.
Además del libro, Rodríguez acaba de publicar un disco de temas espirituales, de corte Gospel llamado “Directo al Espíritu“, grabado en estudios de Miami, Caracas y Buenos Aires bajo la producción del cubano-americano Paris Cabezas. “Hubo varios músicos, varios directores, varios productores, una mezcla de ritmos muy sabroso, algunos caribeños, otros vienen de Europa, otros del Sur, pero en síntesis entre las 13 canciones hay unas ocho rítmicas y otras cinco que pudieran ser baladas”.
El disco tiene la magia del productor y compositor español José Chema Purón en la dirección vocal, con temas que han sido clásicos. “El hombre de la Cima”, “El Guía”, que fueron grabados por él hace 30 años. También grabó “Aleluya”, original de Luis Eduardo Aute, que la hizo famosa el desaparecido cantante venezolano Cherry Navarro. Las versiones de “El Himno A la Alegría” y “Desiderata” son igualmente magistrales.
Un hombre completo en lo profesional y en lo personal, aparentemente lo ha logrado todo, pero El Puma dice que aún le falta mucho y hace alusión a la reciente noticia que circuló sobre su muerte. “Salió por ahí que yo había partido del cuerpo. Hubo gente que lloró, que se entristeció muchísimo. Lo más absurdo era que me llamaban a mi teléfono celular para saber si estaba vivo, no puede ser. Yo les decía, ‘hermano, esto es una llamada del cielo, realmente me dieron un permiso para hablar contigo nada más’. ¡Como puede ser que me he muerto y tenga teléfono!” riéndose a carcajadas. “La broma pasó, gracias a Dios, pero sentí el cariño de la gente, muy fuerte; muy pocos se alegraron”.
Y es que con gran ánimo y energía estuvo grabando videoclips para las canciones “Si queremos podemos’ y “Fiesta en mi pueblo”, sencillos de este nuevo disco.
El Puma viajaba al día siguiente a Perú donde tiene compromisos con la televisión de ese país. “Hay unos tres proyectos que no puedo decir ahora, pero por esta libertad que tengo ahora me permite Dios realizar mis sueños, esas cosas que estaban guardadas y no podía por los contratos discográficos”.
El vocalista tenor de corte dramático y venerado locutor exalta la libertad que tienen los artistas hoy en día para promocionar su música gracias a las nuevas formas de distribución. “A mi página han entrado aproximadamente unas 450.000 personas buscando lo del libro ‘El Puma y yo’ hasta de la India. Yo me asombro, esto sería imposible solo con una editorial”.
A pesar de que su salud no está al 100 por 100 afirma: “No puedo ir a alturas todavía, pero en el nivel del mar no tengo ningún problema, puedo cantar, hacer ejercicio, estoy en franca recuperación. Me siento bien y declaro sanidad por supuesto, esa es la positividad de mi mente. La mente y el espíritu son más fuertes que el cuerpo.
Cuando se le pregunta por su legado y el cariño que cada país de Iberoamérica tiene por su figura y su música, responde con la mayor seriedad, en sus cómodos jeans , mocasines de cuero, blazer azul marino, camisa blanca y su abultada e insigne cabellera entre negra y canosa: “El cariño de la gente lo tengo en alta estima. Yo no estoy en la necesidad de triunfar, estoy en la necesidad de ser, lo que yo soy por dentro y por fuera. Es un compromiso moral, espiritual, profesional seguir. Uno lo que hace es no tratar de defraudar a la gente que ha depositado amor, cariño y confianza en lo que uno hace”.
Con 50 años de carrera y un número similar de discos bajo el brazo, El Puma sigue caminando por las altas esferas del estrellato.