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Enrique Bunbury hace una parada en la ciudad de Miami. Con la vitalidad y energía acumulada durante su dilatada trayectoria musical, no descansa. Parece haber confabulado con la industria toda la serie de lanzamientos que tiene a su favor.
En noviembre pasado lanzó el libro Plano/Secuencia y por estos días promociona su nuevo álbum El Libro de Las Mutaciones (2015), un unplugged para MTV, donde participa Draco Rosa, Pepe Aguilar, Vetusta Morla, Carla Morrison y León Larregui. “Ahora se junta también con esta gira que vamos a hacer. Celebración de los 30 años de mi carrera musical, desde que firmé mi primer contrato“, explica el español sobre Mutaciones Tour 2016 que lo llevará por América Latina, Estados Unidos y España hasta septiembre. “Al final como que se están juntando varios proyectos. La película viene desde hace seis años que fue cuando hicimos la gira de las Consecuencias (2010) por Estados Unidos y eso fue lo que filmamos“, dice a propósito del estreno del documental El Camino más Largo, un film de Sergio Arau que narra los vericuetos de este tour que finalizó ante 90,000 fans en México.
La película tardó años en salir si tomamos en cuenta la fecha en la que fue registrada. “Por varias razones. La primera de todas, por el montaje que se alargó muchísimo, por discusiones, intentando que llegara el mejor montaje posible, luego encontrar distribución que no solo se ocupara de un territorio concreto sino que hiciera una distribución global que pudiera ser la salida del DVD. Entonces nos costó mucho y ha coincidido con este disco, el unplugged que acabamos de grabar“, sintetiza.
Aglutinar tres décadas de composiciones firmadas por Bunbury no es tarea fácil, además del hecho de que reversionarlas en formato acústico, usando guitarras acústicas, piano, percusión y batería; en ocasiones procesando sonidos con sintetizador mini moog, mellotron, dobro, guitarras tenor y barítono. “Lo primero de todo fue la cosa esta de mirar hacia atrás, a lo que yo me resistía siempre. Pensaba siempre, es más interesante lo que viene al futuro o siempre he pensado así. Uno cuando lleva treinta años de carrera empieza a pensar que hay más detrás que delante, aunque todavía pienso que a lo mejor puedo tener 30 años más de carrera por delante, eso me haría un músico girando bastante mayor… y si pudo Compay Segundo ¿por qué no voy a poder yo?“, bromea el artista. “Yo no había tocado las canciones de Héroes, prácticamente en mi carrera solista, en los últimos 20 años, entonces poder revisar esa parte del repertorio lo que más me apetecía, de hecho, incluso me llegué a plantear sí solo hacer canciones de Héroes. Me parecía que se podía mal interpretar. Seleccionamos unas cuantas que son canciones que me apetecían especialmente“.
Enrique le dio la vuelta a la selección, entre sus más de 200 canciones escritas. No fue por los obvios hits, se lo tomó con calma y reaccionó ante sus instintos. “Hay canciones que me gustan mucho que fueron hits y que no están aquí. Pienso por ejemplo en ‘Maldito duende’ o en ‘Iberia sumergida’ que podían haber estado y que vamos a tocar en la gira. Luego también seleccionamos para este disco canciones de mi carrera solista que no son tan habituales en mi repertorio. En vez de seleccionar los hits mas obvios como ‘Lady Blue’, ‘Infinito’, buscamos canciones que a mi me parecían que merecían una segunda oportunidad, una revisión o que eran interesante“, explica.
La selección de invitados fue de lujo, en cierta manera colegas músicos a los que estas canciones le encajaban. “Llegar a la conclusión de a quiénes llamar era complicado porque afortunadamente tengo buenos amigos en la profesión y sé que podía haber hecho otra selección diferente, pero creo que esta selección de colaboradores viene dada por las canciones. Cuando preparamos la versión de ‘La chispa adecuada’ yo tenía por ejemplo muy claro que la voz que iba a acompañarme iba a ser la de León Larregui o en canciones como ‘Ven y camina conmigo’ tenía muy claro que quería a alguien que perteneciera al regional mexicano y pensaba que esa persona tenía que no chocar frontalmente con lo que yo hago y pensé en Pepe que tiene este amor por el rock. Teníamos unos años de hablarnos, juntarnos para cenar, charlar y la verdad es que veíamos que teníamos mucho en común, fuera de lo que en teoría parece, porque creo que en el papel Enrique Bunbury y Pepe Agilar suena un poco como que no tienen nada en común pero sí. Respeto muchísimo su talento y profesionalidad y el haber aceptado venir a mi unplugged”.
El Libro de las Mutaciones, evidentemente tiene relación con el I Ching, así mismo se percibe en la portada del álbum y Enrique así lo deja saber. ” Yo he consultado el I Ching en algún momento de mi vida como también he ido a que me lean el tarot o cosas así. En realidad también me gustaba del Libro de las Mutaciones, de pronto la conexión directa que es, obviamente que yo a lo largo de en mi vida he tenido mutaciones y cambios estilísticos claros y las mutaciones de las canciones en el disco son obvias porque en eso consiste el unplugged, en hacer nuevas versiones de las canciones. Me parecía interesante que, en el I Ching, para saber algo de tu futuro utilices el azar“, explica el compositor. “Al ser un músico intuitivo, yo no soy un músico académico, siempre me he guiado por la intuición, porque es lo que yo creía que era más adecuado para cada momento con lo que se supone de fallo y acierto. Considero que el azar ha tenido una importancia vital en mi carrera“.
Por muy atorrante que suponga las comparaciones, Bunbury es de los artistas cambiantes, es inevitable no hacer un paralelismo con el fallecido David Bowie. “Ha sido pues, la muerte de un músico, más dura que he vivido desde la de Lennon. La de Elvis Presley ya yo no la recuerdo porque yo era más niño. Sí recuerdo la de Lennon que fue verdaderamente un shock, habían otros componentes, el asesinato. Tanto en la de Lennon como la de Bowie, dos figuras que consideraba como nortes, gente que su arte y su creatividad de alguna forma eran guías para los que hacemos música, por lo menos para mi“, recuerda.
Una agenda agitada es lo que le espera a Enrique, se siente emocionado y dispuestos. Luego de más de 30 años, el habito sigue siendo vitalidad para él. “La preocupación y la pasión sigue ahí. Hay veces que me preguntan si en todo este tiempo se ha ido perdiendo algo por el camino de esa pasión y te diría que ni un solo ápice, es exactamente lo mismo, la misma pasión, incluso mayor. Para mi levantarme por la mañana, agarrar la guitarra y hacer una canción, es el mayor de los placeres que puedo tener. Grabar un disco y subirme a un escenario. Esas tres pilares es para mi imprescindible en mi vida“, concluye.
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